viernes, 18 de diciembre de 2020

Dakosaurus. Un cocodrilo que no parecía cocodrilo.



Dakosaurus fue un antiguo cocodrilo marino que vivió durante el Oxfordiano del periodo jurásico hasta el Berriasiano del periodo cretácico (entre finales de jurásico y principios del cretácico), esta especie contaba con una amplia distribución geográfica, pues sus restos se han encontrado en lugares como: Alemania, Argentina, Francia, (posiblemente México), Polonia, Rusia y Suiza.


Ficha general.



Nombre: Dakosaurus.
Comparativa de tamaño de Dakosaurus con un
humano promedio.


Longitud: 4 a 5 metros.

Peso: Indeterminado.

Alimentación: Carnívora/Piscívora.

Ubicación Geográfica: Alemania, Argentina, Francia, México, Polonia, Rusia y Suiza.

Periodo: Finales del jurásico a Principios del Cretácico.


Descubrimiento.



Los primeros restos de Dakosaurus fueron descubiertos en Alemania aproximadamente a mediados del siglo XIX, este primer hallazgo consto de un solo diente aislado, el cual sería suficiente para que Plieninger nombrar a la especie como; “Geosaurus maximus” en 1846.

Posteriormente en 1856 Friedrich August von Quensted renombraría la especie como “Dakosaurus maximus”, el nombre se deriva del griego: “dakos” que significa “mordida” o “mordedor” y “saurus”, que significa “reptil” o “lagarto” por lo que su nombre quiere decir: “lagarto mordedor”.



Cráneo de Dakosaurus.



Después del descubrimiento inicial de Dakosaurus, mas restos fueron encontrados en Inglaterra, Francia y Suiza, por lo que poco a poco se comenzó a comprender mejor a esta especie.

Posteriormente en 1913 Dakosaurus nicaeensis fue nombrado por Ambayrac, sin embargo inicialmente esta segunda especie se asignó erróneamente al género Megalosaurus (genero actualmente muy controvertido y posiblemente invalido), este error se suscitó debido a los pocos restos encontrados, haciendo creer que se trataba de un dinosaurio y no de un cocodrilo marino.



Tamaño de Dakosaurus maximus.



En 1987 en la cuenca de Neuquén se encontraron restos pertenecientes  a Dakosaurus, para 1996 se daría a conocer que estos restos pertenecían a una tercera especie que fue llamada: Dakosaurus andiniensis, el lagarto mordedor de los andes.

Desde entonces se han encontrado algunos restos más de D. andiniensis, incluidos dos cráneos que han ayudado bastante a comprender la morfología de esta especie y su relación con otros metriorrínquidos (la familia de cocodrilianos más adaptada para la vida marina).



Craneo de Dakosaurus andiniensis.



Más recientemente se encontraron en México nuevos especímenes que constan de algunos cráneos incompletos, sin embargo estos no han sido descritos de manera formal, por lo que no se sabe si pertenecen a una de las 3 especies reconocidas de Dakosaurus o si se trata de una nueva.

Por lo anterior es posible que próximamente se amplíen el número de especies asignadas a Dakosaurus, especialmente si consideramos que se ha sugerido fuertemente que Plesiosuchus puede ser considerado como un sinónimo de Dakosaurus y no una especie de un género diferente, por lo que algunos estudios lo consideran a Plesiosuchus como Dakosaurus manselii, pero esta idea solo será completamente aceptada entre la comunidad paleontológica hasta que existan evidencias suficientes para demostrarlo.



Paleoarte de Dakosaurus.



De todas las especies que se conocen hasta el momento, D. andiniensis es la más reconocida, después de su descubrimiento en 1987 y su posterior descripción en 1996, tuvo una amplia difusión en medios de comunicación, por lo que se volvió la más “famosa”, sin duda algo que ayudo bastante fue que el descubrimiento constaba de un cráneo completo y en buen estado de conservación, tanta fue su fama que los paleontólogos lo llamaron cariñosamente como:“Godzilla, el chico malo del mar”.


Características.



El Dakosaurus a pesar de ser un cocodrilo adaptado a la vida marina, no se parecía en nada a los cocodrilos modernos, salvo en su tamaño pues los especímenes encontrados miden entre 4 y 5 metros de largo, fuera de eso su apariencia distaba mucho con la que asociamos a estos animales, pues sus características eran propias de los metriorrínquidos (familia de cocodrilos de agua salada)para empezar el Dakosaurus no poseía patas, sino que sus 4 miembros habían evolucionado hasta convertirse en aletas.

Dakosaurus fue un gran nadador pues a diferencia de los cocodrilos modernos, la cola de este animal poseía una aleta caudal heterocerca, con las vertebras finales de la cola orientadas hacia el lóbulo ventral (la parte de abajo) que le permitía impulsarse, así mismo su cuerpo era completamente hidrodinámico y totalmente adaptado para la vida marina.



Cráneo de Dakosaurus andiniensis junto a una 
reconstrucción de su apariencia.



Su cráneo era alargado pero a la vez compacto, con mandíbulas un tanto alargadas pero anchas de aproximadamente 50 cm de largo, estas mandíbulas poseían dientes de unos 10 cm de largo comprimidos lateralmente y aserrados, algo bastante parecido a los de la orca moderna, algunos estudios realizados en 1987 basados en la morfología dental, colocan al Dakosaurus como un “depredador supremo”.

Las características propias de Dakosaurus lo colocan como un animal poco común y que se salía de la norma, pues los cocodrilos marinos de la época se caracterizaban por poseer hocicos delicados, alargados, bastante finos, además de dientes más cónicos, esto hace un gran contraste con el hocico corto y los dientes comprimidos y aserrados del Dakosaurus.

Algunos de los cráneos parciales que se encontraron en México preservan una cámara en la que posiblemente se alojaba una desarrollada glándula salina, esta glándula se encargada expulsar los excesos de sal del cuerpo para mantener un nivel óptimo de electrolitos, se encuentra presente animales de hábitos marinos, como ciertos reptiles, algunas aves y en peces de agua salada.



Dakosaurus comparado con otros metriorrínquidos 
(Metriorhynchidae, familia de cocodrilos de agua salada de la época).



Sin embargo  la presencia de la glándula salina es hipotética hasta la fecha, pues no hay evidencia concreta de su existencia en esa zona del cráneo, algo que dificulta el hecho de conocer si esta glándula estaba presente en el cráneo de Dakosaurus, es el hecho de que en los animales actuales su distribución no es uniforme, por ejemplo; en los tiburones se encuentra en el recto, en las aves y los reptiles se ubica en el cráneo cerca de la zona de los ojos, fosas nasales o boca, por su parte en los cocodrilos excretan el exceso de sal por la lengua.

Esta serie de características únicas, convierten a Dakosaurus junto con otros metriorrínquidos, en unos de los cocodrilos más extraños (o por lo menos diferentes), que jamás hubieran existido, pues distan demasiado de la imagen típica asociada a estos lagartos que conocemos hoy en día, esto a su vez hecha por tierra la típica frase: “los cocodrilos casi no han cambiado o evolucionado desde su aparición”, pues los metriorrínquidos, vinieron a demostrar que las cosas no eran como las pensábamos.


Alimentación.



¿Cuál era la dieta del Dakosaurus? Esta es una pregunta común entre los paleontólogos, si bien queda claro que este animal era un depredador, no hay un consenso definitivo sobre la alimentación de esta especie.

Algunos paleontólogos (los menos) sostienen que el Dakosaurus era exclusivamente piscívoro (que comía peces), sin embargo la estructura tan peculiar sus dientes comprimidos y con bordes da mucho que pensar, pues al analizarlos detenidamente nos damos cuenta que estaban hechos para desgarrar y arrancar, no para sostener presas resbaladizas como los peces.



Mandibula fosil de Dakosaurus.



Algunos análisis efectuados a sus mandíbulas y dientes sugieren que este animal pudo alimentarse de otros reptiles marinos de mediano tamaño más que de peces, pues la estructura morfológica indica que sus mandíbulas contaban con una gran potencia.

Se teoriza que este animal pudo haber tenido un comportamiento similar al de los cocodrilos modernos al alimentarse, no por ser un depredador de emboscadas, sino que al atrapar una presa pudo girar su cuerpo violentamente para desprender grandes pedazos del cuerpo de su presa y engullirlos enteros aun así no se descarte que Dakosaurus pudo complementar su dieta con peces en algunas ocasiones
El debate continuara hasta encontrar más evidencias fósiles, especialmente en lo que se refiere a cráneos mejor conservados, pues todos los encontrados hasta ahora son parciales y algunos de ellos se encuentran en mal estado de conservación, lo cual hace que su estudio sea mas difícil.

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